Los rayos del sol, siempre en adecuadas proporciones, brindan grandes beneficios entre ellos regulan, estimulan y activan nuestro organismo, aumenta nuestro rendimiento y tu capacidad de concentración y aprendizaje.
Igualmente, ayuda a generar serotonina, más conocida como la hormona del bienestar, y el estado de ánimo mejora.
Además, los rayos del sol aumenta la producción de vitamina D por el efecto de la luz ultravioleta del sol en la piel. Este nutriente genera calcio, que fortalece huesos y dientes.
Con unos trucos sencillos, se puede potenciar la entrada de luz natural en todas las estancias del hogar.
1. Cambia los almohadones y fundas de sofá y elige colores claros. Si no puedes prescindir de las alfombras, escógelas finas y de telas naturales.
2. Los muebles no deben interponerse en el camino de la luz. No coloques estanterías, biombos o armarios de gran tamaño frente a las ventanas.
3. Abre las persianas a primera hora para que la luz inunde tu casa. No las cierres hasta que el sol se vaya.
4. Coloca plantas de hoja pequeña o ramos de flores en puntos estratégicos del piso y ganarás luminosidad.
5. Despeja la salida al balcón o la terraza y, por pequeño que sea el espacio que tienes en el exterior, pon alguna planta. Y si puedes verla desde dentro de la casa, mucho mejor.
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