Las basuras y los aguas residuales constituyen uno de los mayores impactos cotidianos sobre el entorno relacionados con el hogar. Por eso conviene controlar y clasificar su contenido.
Utilizar objetos duraderos y necesarios. El consumismo y el usar y tirar se traducen en un volumen de basuras excesivo. Sólo hay que darse cuenta de que muchas cosas que van a parara la basura, en realidad, podrían no haber entrado en casa. Por otro lado, los bienes necesarios deben estar diseñados para que duren y hay que repararlos siempre que sea posible en lugar de tirar y comprar otros nuevos.
Reducir el uso de envasados. Los envoltorios y embalajes representan buena parte de los residuos sólidos no orgánicos y suelen
ser de materiales difícilmente reciclables (plásticos y tetrapacks, por ejemplo). La alternativa es comprar productos frescos y a granel envueltos en papel y papel parafinado en su lugar. Los envases más adecuados son los de madera, cartón yvidrioy, si es posible, rellenables o reutilizables. Al ir a comprar hay que hacerlo siempre con la misma bolsa y rechazar las que ofrecen los comercios.
Clasificar la basura. En la cocina debería haber no uno, sino cinco recipientes para la basura: uno para el plástico y el metal, otro para el vidrio, otro para el papel y el cartón, otro para la materia orgánica y otro para las pilas usadas. Es la única manera de que la recogida selectiva organizada por los ayuntamientos sea eficaz. A largo plazo, el reciclado de la basura reduce el deterioro ambiental y produce un gran ahorro de materias primas y energía. Hay que tener en cuenta que para fabricar una botella de vidrio reciclado se necesita sólo el 4% de la energía usada para crear una nueva.
Hacer compost. Los municipios están obligados por ley a elaborar compost con la basura orgánica, pero también podemos hacerlo en casa nosotros mismos para abonar las plantas. Sólo hay que acumular los residuos orgánicos y mezclarlos con tierra en un recipiente. Existen algunos composteros domésticos o para el jardín que utilizan lombrices rojas para colocar en la terraza.
Reciclar. Siempre podemos restaurar algunos objetos o cederlos a otras personas: ropas, muebles, libros, electrodomésticos, ordenadores. Una buena idea es entregarlos a organizaciones no gubernamentales para que les den una nueva utilidad.
Usar materiales biodegradables. Los materiales naturales no representan un problema en comparación con los plásticos o las aleaciones metálicas, siempre que sea posible, debemos optar por los envoltorios reciclables. A la hora de eliminar los residuos, hay que tener presente que existen bolsas de basura elaboradas con materiales biodegradables y compostables, como las fabricadas a partir del maíz o de la fécula de patata.
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