jueves, 7 de abril de 2011

Perfumes y ambientadores naturales

Si bien la industria produce perfumes a imitación de la naturaleza, sus componentes son exclusivamente químicos.

Tales componentes contaminan mucho el ambiente, además de provocar en el hombre y la mujer irritaciones de la garganta, cefaleas, rinitis alérgicas y malestar en general. Sobre todo, parece que actúan a nivel psíquico, contribuyendo a las depresiones nerviosas.

Vamos a ver algunas alternativas:

Los aceites esenciales son los perfumes de la naturaleza y son útiles para devolver frescura y un aroma agradable a las habitaciones.

Se pueden usar con un difusor de aroma; echando unas gotitas de vez en cuando sobre edredones o tapicería (en un lugar donde no se vean eventuales manchas) o bien mezclándolos con las hierbas en popurrí.

Tienen propiedades desinfectantes; algunos de ellos, como la melisa y el geranio, alejan los mosquitos; otros, como la lavanda y el tomillo, dejan una permanente sensación de frescura e higiene; otros aún, como el azahar y la mejorana, son relajantes y favorecen el sueño.

El incienso constituye un óptimo ambientador; cuando se quema suelta fenol, sustancia con propiedades altamente antisépticas. Parece que en las iglesias en las cuales se utilizaba su humo se mantenían alejadas las termitas.

Preparación del incienso: Se mezclan cuidadosamente 25 gr de polvo de sándalo, 25 gr de benjuí, 15 gr de semillas de cardamomo en polvo, 15 gr de clavos de especia en polvo y 15 gr de cascara de canela (del tipo Cinnamomum cassia).

Palillos de incienso: Reducir a polvo con un molinillo y luego mezclar minuciosamente 175 gr de carbón de rápida ascensión, 25 gr de goma de benjuí, 6 gr de sándalo, 6 gr de canela (del tipo cassia). Para obtener una pasta homogénea se puede usar goma arábiga, eventualmente mezclada con agua. 

También se pueden añadir clavos de especia en polvo; lo importante es que el peso del carbón iguale al de los demás ingredientes juntos. Una vez que la pasta esté compacta, verterla en moldes y dejarla secar durante 2-3 días. Envolver los palitos en papel de aluminio para conservar el perfume hasta su utilización.


Las plantas medicinales o aromáticas pueden colgarse del techo o bien en el interior de los armarios para evitar la intrusión de polillas, como es el caso de la lavanda y de la siempreviva

La salvia, secada y luego quemada en un recipiente que aguante el calor (el ideal es una concha de mar grande) y usada como incienso, libera el aura humana y el entorno de negatividad. En invierno, sus humos sumamente antisépticos liberados en el ambiente ayudan a prevenir las enfermedades infecciosas (gripe, resfriados).

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