Entre los productos más agresivos con el planeta y nuestra salud se encuentran aquellos que se utilizan para la limpieza del hogar y la higiene personal: detergentes, quitamanchas, destapacaños y demás potentes químicos que llegan a los mantos acuíferos y contaminan nuestros ecosistemas.
Algunos pueden fabricarse de manera casera utilizando, por ejemplo, vinagre blanco, bicarbonato de sodio o limón.
Sin embargo, envueltos en una vida tan agitada, pocos son quienes están dispuestos a dedicar un tiempo para elaborarlos.
Afortunadamente ya existen en el mercado productos de limpieza verde entre los que podemos encontrar detergentes ecológicos con tensoactivos biodegradables, conservadores naturales derivados del limón y aceites esenciales provenientes del maíz, el coco, el acido cítrico o el ácido láctico; todos ellos, libres de sustancias derivadas del petróleo, el cloro, los fosfatos y demás sustancias dañinas. Utilizándolos contribuirás en la preservación de tu planeta al mismo tiempo que cuidas de tu salud.
Al decorar, también podemos ser más ecológicos. En ese sentido, las plantas de interior no sólo alegran y dan vida al entorno dentro de casas, departamentos u oficinas, también son capaces de mejorar la calidad del aire que respiramos mediante la producción de oxígeno y la absorción de dióxido de carbono y otros compuestos volátiles.
Además son capaces d refrescar el ambiente y regular la humedad, lo que nos ayuda a disminuir nuestro consumo energético hasta en un 15%.
Si se vive o pasa la mayor parte del tiempo dentro de un espacio cerrado, los muros verdes son una excelente opción para enverdecer el entorno.
Se trata de cultivos hidropónicos verticales que se alimentan de luz, dióxido de carbono y minerales que obtienen mediante un sistema de riego automatizado. Son capaces de adaptarse a cualquier espacio interior, ya sea sobre una pared, o bien, como biombos para dividir y decorar espacios. Ésta también es una opción ecológica.
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