Muchas personas no saben qué hacer cuando sus zapatos se manchan.
Cuando esta situación ocurre, existen varios consejos y recomendaciones que se pueden utilizar.
Si los calzados son de charol, es mejor batir la clara a punto de nieve. Hay quien prefiere emplear solamente leche tibia.
Los de ante se limpian con espuma seca de tapicerías, aunque las zonas más rozadas requieren el empleo prudente de un cepillo (no emplee lija porque acortará su vida).
El barro hay que esperar a que se seque, lo que puede acelerar con un secador de pelo. Luego, se cepilla cuando ya estén secos y se pasa simplemente un paño humedecido. Si hay restos de alquitrán, se requerirá su eliminación mediante alcohol de quemar y frotar suavemente con un algodón.
La grasa puede salir con un limpiahornos o con limpiavajillas, pero deberá hacer antes una prueba de resistencia de color. Déjelos secar totalmente y lávelos de la manera habitual.
Lo más sencillo: no se olvide que en ocasiones una simple goma de borrar puede eliminar manchas rebeldes. Busque en las papelerías aquellas que sirven para tinta. Para los zapatos claros o de lona es el primer elemento a emplear.
Una mancha que ha dejado ya su huella se puede teñir empleando café, mientras que el agua de mar que ha manchado nuestras playeras se limpia mezclando alcohol de quemar y leche.
Curiosidad: para darles brillo de manera natural frótelos con el interior de una cáscara de plátano.
Los cordones de las deportivas puede blanquearlos frotándolos con un gajo de limón.
Los zapatos de charol brillan más frotándolos con mantequilla.
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