martes, 2 de julio de 2013

Refrescar el hogar, pero no con aire acondicionado

Con la llegada del verano, el calor se acentúa y todos procuramos alguna forma para refrescarnos.

Algunos optan por encender el aire acondicionado en sus hogares.  Sin embargo, es bueno saber que éste en exceso puede resecar nuestra piel y vías respiratorias lo que puede facilitar la aparición de infecciones virales o bacterianas.. Incluso el aire acondicionado puede hasta empeorar las migrañas.

En este sentido, existen otras formas más naturales y económicas para refrescar el hogar en verano y que, a continuación, se detallan:

* Aleja las fuentes de calor innecesarias: apaga los equipos eléctricos cuando no los uses y no dejes las luces encendidas. En las zonas de estar puedes usar la iluminación LED, que es la que menos calor genera.
 
* Evita la sensación de bochorno. Lo lograrás reduciendo la humedad: ventila bien el baño, evita realizar comidas de cocción larga que emitan mucho vapor de agua y no tiendas la ropa en el interior.
 
* Para no acumular calor durante el día: cubre las ventanas que están orientadas al sur y al oeste con toldos, tendales o cortinas y manten las persianas bajadas durante el mediodía.
 
* Ligeras corrientes de aire fresco: abre las ventanas que estén enfrentadas. Si vives cerca del mar, hazlo de día para aprovechar el frescor de labrisa marina. Si tu casa está en la ciudad o en zonas de interior, ventila por la noche. Por la mañana baja las persianas y el frescor perdurará más tiempo.

Pequeños cambios en casa que ayudan
 
* Crea "sombras vegetales" con plantas. Si colocas plantas arbustivas de hoja caduca emparradas en la terraza (que en verano están repletas de hojas) frenarán la entrada del sol y generarán sombra en el interior.
 
* Pon láminas especiales en los cristales. Las láminas de protección solar (se venden en tiendas especializadas) se colocan en la parte interior del cristal. Dejan pasar la luz pero filtran la radiación infrarroja frenando la entrada del calor.
 
* Redistribuye los muebles en verano. Coloca la butaca, el sofá o la mesa de trabajo (donde suelas pasar más horas durante el día) cerca de una ventana, y mejor si está orientada al norte.

Decoración que refresca

Ten en cuenta que los tejidos más livianos como el algodón, el lino o el hilo resultan más adecuados para el verano. 

Retira los tejidos gruesos de invierno y las alfombras y viste los cojines del sofá con una funda de algodón con alegres colores veraniegos. 

Elige pinturas de colores fríos para el balcón o la terraza orientados al sur, como el azul, y evita en esas zonas tonos cálidos como los de la gama del naranja o el rojo.

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