Trucos para limpiar lámparas

La limpieza de las partes metálicas, plásticas o de madera de las lámparas se puede hacer con agua y jabón, o con los productos de limpieza que hay en el mercado.
 

Sin embargo, deseamos recomendar que cada vez que se vaya a limpiar una lámpara,
si es de mesa o de pie, se desconecte del tomacorriente; si es de techo o de pared, quite la electricidad de ese circuito aflojando el fusible que le corresponde o apagando el disyuntor, así no habrá peligro de que se olvide que en ella hay electricidad y toque con las manos o paño húmedo algún contacto y reciba un latigazo.

En cuanto a las lámparas que tienen pantallas de tela de seda o de satín, puede proceder a su limpieza de la siguiente forma:
 

Si la tela está cosida a los aros de metal, busque una vasija grande donde pueda verter cierta cantidad de líquido. Sumerja la pantalla en esa agua. 

Si lo desea, puede frotarla con la palma de las manos, pero sin hacer fuerza y procurando que en la tela no se marquen arrugas; si no, sumerja y saque la pantalla varias veces en el líquido, para hacer que la fricción del agua saque el polvo. 

Sáquela y enjuagúela, sumergiéndola también en una vasija con agua limpia o poniéndola debajo de la llave, pero no bajo un chorro de agua fuerte, pues éste puede dañar la tela. 

Séquela después utilizando varias toallas para absorber bien el agua; y por último, séquela con un secador de pelo manual, para evitar que la tela mojada permanezca mucho tiempo en contacto con el metal de los aros y se manche de herrumbre. Si no tiene un secador de mano, coloque la pantalla al sol.
 

Si en vez de ser cosida la pantalla es pegada, utilice un paño humedecido en agua con jabón y frote la tela con él. En este caso, tiene que frotarla después varias veces para eliminar todo rastro de jabón de la tela, pues éste puede mancharla.