Sin embargo, puede que sea justamente lo contrario.
Los árboles artificiales son muy prácticos, ya que algunos ni siquiera hay que armarlos, vienen con sus luces y, además, pueden durar más de 10 años en los cuales solo hay que guardar y reusar.
Sin embargo, hay que tomar otros detalles en cuenta: la huella ecológica de la fabricación de estos árboles cuya mayoría son elaborados con plásticos, PVC o aluminio, y en cuyo procesamiento se consume gran cantidad de recursos naturales. Así, la contaminación que se genera y se genera, es alta. Estudios establecen que para igualar los beneficios ambientales de un árbol natural, un árbol artificial debe ser utilizado al menos unos 20 años.
Claro está, el hecho de cortar un árbol para que este sirva de ornamento por un corto período de tiempo atenta contra la ecología, pero los árboles de Navidad naturales, a diferencia de lo que muchos creen, no son cortados en bosques al azar. Se trata de una industria que destina campos a esta especialidad, en forma programada, y que por cada árbol cortado siembra tres. En algunos países, incluso castigan a quienes arbitrariamente cortan pinos de cualquier bosque para utilizarlos en Navidad.
Además, este pino, al llegar a su casa, contribuye a convertir el gas carbónico en oxígeno, así que descontamina el aire a su alrededor y, sumado a esto, perfuma y contribuye a generar un ambiente acogedor.
Finalmente, cuando la temporada termina, es muchísimo menor el impacto que tiene un árbol natural en un vertedero, mientras que un árbol artificial, dependiendo del material en que esté fabricado, demorará muchos años en degradarse.
En resumen, los árboles artificiales de Navidad nacen y mueren contaminando y los criados en viveros nacen y mueren favoreciendo al medioambiente y a los recursos naturales.
En países productores de pinos y abetos existe la posibilidad de replantar estos árboles, finalizada la temporada navideña. Para ello, organizaciones ecológicas establecen planes y lugares de acopio. Otra opción es la del reciclaje de arbolitos. Con este sistema los árboles son triturados y utilizados como abono para otras especies y para el mantenimiento de zonas verdes.
Si tiene la opción de adquirir un pino en maceta, pues mucho mejor. Al finalizar la temporada, siémbrelo en un lugar adecuado. Pero de no ser así, mantenga su árbol lo más verde posible, preocupándose de que siempre tenga agua en su pie, humedeciendo su tronco y sus ramas, con la ayuda de un rociador y con el cuidado suficiente de no mojar sus adornos. Evite también sobrecargarlo con luces, pues el calor lo resecará.
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